SALA 4 VERDE

Verdigrís

El verdigrís, también conocido como "verdete", más comúnmente como cardenillo, es un pigmento de una tonalidad verde azulada, bastante similar al turquesa, que se obtiene a partir del mineral de cobre. Tenía algunos de sus depósitos más importantes en América Latina, para los artistas hispanoamericanos, era bastante sencillo conseguir cardenillo elaborado localmente, y eran muchas las exportaciones que se hacían a Europa de este pigmento. Se comercializó en forma líquida, en polvo y también en forma de grano. 

El verdigrís cayó en desuso cuando los artistas comenzaron a optar por otros pigmentos verdes no tóxicos que comenzaron a estar disponibles en el mercado, pero hasta el siglo XIX el cardenillo fue uno de los pigmentos verde más destacados disponible y su uso estuvo muy extendido. 

Malaquita

La malaquita es un mineral que se forma en las zonas oxidadas superiores de los yacimientos de cobre. Suele asociarse con la azurita, otro mineral con composición muy similar pero de aspecto azulado. Es un material pesado, pero frágil, cuya superficie tiene brillo vítreo. Para ser utilizada como pigmento, la malaquita se trituraba, lavaba y reducía hasta convertirla en un polvo. Dependiendo del grosor del grano obtenido, el color resultante se corresponde con un tono de verde que bascula entre oscuro, medio o claro. Debía molerse con agua limpia y dejarse reposar con una cantidad adecuada de líquido de una a tres horas. Se trata de un pigmento estable en atmósferas normales y posee buena resistencia a la luz. Al igual que el verdigrís, es un pigmento moderadamente tóxico, por lo que es necesario tomar precauciones en su manipulación. 

Los pintores del Virreinato del Perú utilizaban los cristales de malaquita para lograr tonalidades brillantes de verdes y azules en la pintura al óleo, temple o fresco. Este material aparece, además, en tumbas del Clásico Temprano en adelante, en especial en el Altiplano de Guatemala.